Sus Orígenes
Al principio, solo eran tribus aborígenes: los cara cará en el centro sobre la zona del Iberá y los charrúas en el sur y algunos Astos en la zona del río Santa Lucía pero la más preponderante sin duda, la que marcaría la cultura y la identidad de la futura provincia fueron los guaraníes, hábiles cazadores y pescadores, creyentes en el Tupá y temerosas del Añá, pero sobre todo, poseedores de una lengua de una sonoridad muy dulce que nos legó palabras que aún hoy se repiten en la flora, en la fauna y en el nombre de las ciudades: Mburucuyá, Itatí, Itá Ibaté, Caá Catí.
Los Españoles
Desde que Sebastián Gaboto fuera el primer hombre blanco que pisó estas tierras, mucha historia han hecho los correntinos. La fundación de la ciudad capital, de la mano de Juan Torres de Vera y Aragón en 1588 muy pocos días después se produjo el Milagro de la Cruz, que no se quemó, a pesar de los leños que encendían los indios, tal vez fue el hecho que marcaría para siempre la religiosidad de este pueblo. La mezcla criolla guaraní, se trasluce con la belleza de sus mujeres, con la destreza de los hombres con los animales y la pesca.
Los Jesuitas
Años más tarde comenzaron las fundaciones de las reducciones jesuíticas a la orilla del río Uruguay, la primera fue Yapeyú, lugar donde nacería el Libertador de América Don José de San Martín, en 1627, le seguirían La Cruz, San Carlos y Santo Tomé en 1632.
Los Próceres
Más tarde en su paso por Corrientes, Manuel Belgrano fundó la ciudad de Curuzú Cuatiá y regó en la provincia el espíritu libertario de la Revolución de Mayo y fue un correntino, Carlos de Alvear, el presidente de la Asamblea del Año XIII, que abolió la esclavitud.
Tal vez el ideal Belgraniano caló en las raíces correntinas porque desde entonces, Corrientes se postuló defensora de la libertad de los pueblos y mantuvo posturas federalistas, en 1814, se creó la provincia reconociendo a la ciudad de Corrientes como su Capital y en 1821, bajo el gobierno de Juan Pujol, se convirtió en la primera provincia que dictó su propia constitución.
Las Luchas
Desde entonces mucha sangre ha corrido en estos pagos: luchas contra el Rosismo y su poder central en Buenos Aires. Mas tarde las guerrillas civiles de la mano del bipartidismo fanático que generaron celestes y colorados, liberales y autonomistas. Muchas vidas se llevaron estas luchas entre hermanos de una misma provincia. Sin olvidar la guerra de la Triple Alianza contra el Paraguay, que obligó a los correntinos a pelear contra aquellos con los que compartía la misma lengua.
El Siglo XX
La mayor parte de la historia que todavía se recuerda corresponde a esta época, muchas batallas con nombres de lugares cercanos a las ciudades como Ñaembé o Pago Largo nos muestran cuanto se vivió la guerra en esta provincia, ya en el S XX son numerosas las ciudades de Corrientes cuyos hijos murieron en una geografía tan lejana y con un clima tan distinto como las Malvinas, no hay plaza en Corrientes que no haya dedicado un monumento a los hombres que quedaron, para siempre, en las Islas.
Al principio, solo eran tribus aborígenes: los cara cará en el centro sobre la zona del Iberá y los charrúas en el sur y algunos Astos en la zona del río Santa Lucía pero la más preponderante sin duda, la que marcaría la cultura y la identidad de la futura provincia fueron los guaraníes, hábiles cazadores y pescadores, creyentes en el Tupá y temerosas del Añá, pero sobre todo, poseedores de una lengua de una sonoridad muy dulce que nos legó palabras que aún hoy se repiten en la flora, en la fauna y en el nombre de las ciudades: Mburucuyá, Itatí, Itá Ibaté, Caá Catí.
Los Españoles
Desde que Sebastián Gaboto fuera el primer hombre blanco que pisó estas tierras, mucha historia han hecho los correntinos. La fundación de la ciudad capital, de la mano de Juan Torres de Vera y Aragón en 1588 muy pocos días después se produjo el Milagro de la Cruz, que no se quemó, a pesar de los leños que encendían los indios, tal vez fue el hecho que marcaría para siempre la religiosidad de este pueblo. La mezcla criolla guaraní, se trasluce con la belleza de sus mujeres, con la destreza de los hombres con los animales y la pesca.
Los Jesuitas
Años más tarde comenzaron las fundaciones de las reducciones jesuíticas a la orilla del río Uruguay, la primera fue Yapeyú, lugar donde nacería el Libertador de América Don José de San Martín, en 1627, le seguirían La Cruz, San Carlos y Santo Tomé en 1632.
Los Próceres
Más tarde en su paso por Corrientes, Manuel Belgrano fundó la ciudad de Curuzú Cuatiá y regó en la provincia el espíritu libertario de la Revolución de Mayo y fue un correntino, Carlos de Alvear, el presidente de la Asamblea del Año XIII, que abolió la esclavitud.
Tal vez el ideal Belgraniano caló en las raíces correntinas porque desde entonces, Corrientes se postuló defensora de la libertad de los pueblos y mantuvo posturas federalistas, en 1814, se creó la provincia reconociendo a la ciudad de Corrientes como su Capital y en 1821, bajo el gobierno de Juan Pujol, se convirtió en la primera provincia que dictó su propia constitución.
Las Luchas
Desde entonces mucha sangre ha corrido en estos pagos: luchas contra el Rosismo y su poder central en Buenos Aires. Mas tarde las guerrillas civiles de la mano del bipartidismo fanático que generaron celestes y colorados, liberales y autonomistas. Muchas vidas se llevaron estas luchas entre hermanos de una misma provincia. Sin olvidar la guerra de la Triple Alianza contra el Paraguay, que obligó a los correntinos a pelear contra aquellos con los que compartía la misma lengua.
El Siglo XX
La mayor parte de la historia que todavía se recuerda corresponde a esta época, muchas batallas con nombres de lugares cercanos a las ciudades como Ñaembé o Pago Largo nos muestran cuanto se vivió la guerra en esta provincia, ya en el S XX son numerosas las ciudades de Corrientes cuyos hijos murieron en una geografía tan lejana y con un clima tan distinto como las Malvinas, no hay plaza en Corrientes que no haya dedicado un monumento a los hombres que quedaron, para siempre, en las Islas.
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