Se dice que Corrientes tiene Payé… la magia de sus atardeceres naranjas, el encanto de un dorado saltando en el Paraná, la Fe poderosa que acerca a Itatí a miles de creyentes cada año, pero también ese espíritu mágico de cuentos de fogón.Corrientes, la indómita guaraní, encanta a sus visitantes, que ansían volver para revivir su hechizo.La fecunda tradición correntina, con sus copiosas leyendas arraigadas popularmente, plenas de fantasmas, ánimas, milagreros y costumbres, es el resultado de la fusión criolla y guaranítica. Cualquier pueblo de la provincia tiene su propio aparecido, sus propias reglas entre la que no falta el dogma de no silbar de noche, porque al irrespetuoso, seguro lo persiguen las ánimas. O el de los entierros que enceguecen a sus resucitadores.
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“Temor Pombero, palmar, estero, María Va…” Dice la canción compuesta por Antonio Tarragó Ros. De este personaje, se decía, que embarazaba a las mujeres sin que ellas se percataran, las elegía en las siestas en que las “guainas” se bañaban en las lagunas correntinas. Y era una excelente oportunidad para negar el nombre de los verdaderos padres. Petiso, fornido, usaba siempre un sombrero de paja muy grande, también llamado “La Mascadita”, porque gusta de mascar tabaco, que se le regala para ganarse su gracia. En las zonas urbanas, se reemplazó esta creencia por “El Dueño del Sol”, con el que se asusta a los chicos que no duermen la siesta; se los lleva en una gran bolsa que carga a su espalda. Otro aparecido, temido por grandes y chicos es La Pora, en guaraní significa, duende o fantasma, es un ánima o alma que se oculta detrás de algunas plantas y se aparece a los desprevenidos que pasan por ahí. El infaltable Yaguá Bicho o Lobisón, el séptimo hjjo varón que en las noches de luna llena toma forma de perro y asusta a los paisanos con sus dientes feroces. Aseguran que solo muere con una bala de plata y que, luego de muerto, recupera su forma humana. Otro perro peligroso, pero que vive en el agua, es el Yaguá Carú, (perro que come), fenómeno que desmorona las barrancas del Río Paraná entre Goya y Bella Vista, al que los isleños alejan tirando sal al agua. Una muestra mas de la fusión de los cultos paganos con la fe religiosa es la Fiesta de Tatá Yehasá, celebrada el día de San Juan Bautista, cada 24 de junio, en que los creyentes atraviesan un camino de brazas encendidas, protegidos solamente con su Fe O la festividad de San Baltasar en la que se baila al ritmo del candombe la noche del 5 de enero y al día siguiente se saca en procesión al Santo.
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De la época de las reducciones jesuíticas, nos llega la creencia del Agua Santa, localizada en la ciudad de La Cruz. Vertiente de agua a la que se atribuyen poderes curativos.
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Aunque algunos mitos no derivan de la época guaranítica, sino de las controversias entre las facciones políticas, más tradicionales de la provincia durante el Siglo XIX: Celestes y Colorados, Autonomistas y Liberales que, como las guerras civiles, han dejado vidas correntinas en los campos del pago. A algunas victimas de aquellas lides se la han atribuido características místicas.Por lo general, estos personajes eran perseguidos por la justicia y pertenecían al ámbito rural, entre estas leyendas se destaca Antonio “La Cruz” Gil: es la de mayor arraigo no solo entre los correntinos, sino también en la Argentina, cada vez se ven mas cruces con cintas rojas en todas las rutas del país.
Gaucho Lega: nacido en Saladas con el nombre de Olegario Álvarez, era un sargento del partido de los colorados que mató a un adversario y al asumir el partido contrario el gobierno, comenzó a ser perseguido.
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Gaucho Cruz Quiróz, simpatizante del partido liberal, al ser apresado por los Autonomistas, que al intentar degollarlo, el mismo Gaucho Quiróz, le explicó a sus captores, como se degollaba a “un buen cristiano”, cortando desde la aorta para evitar el sufrimiento. El culto de este personaje en las afueras de la ciudad de Caá Catí, departamento de General Paz. Las festividades se celebran en Agosto y sus creyentes le acercan sus presentes en agradecimiento por sus favores.
Pedro Perleitá , soldado que murió por amor, al asesinar a un oficial de su regimiento, con el que competían por la misma mujer, fue sentenciado a muerte. Generalmente recurren a su tumba los estudiantes, llevándole cigarrillos y pidiendo ayuda para algún examen o problema amoroso.
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El controvertido culto a San La Muerte: se celebra el 17 de Agosto o el día de los muertos, 2 de Noviembre. Representa una figura, sosteniendo una guadaña, y sus creyentes consideraban que los protegía de sus adversarios.
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Entre los mitos de origen guaraní, más ricos en fantasía, generalmente como explicación del origen de algunos sucesos u objetos, entre estos últimos por ejemplo, la leyenda del maíz, que surgió de la nariz de un indio, sepultado todo su cuerpo, menos esta parte, y de ella surgió el Ivotí. La leyenda del irupé, producto de la vanidad de una india que quería demostrar el amor de un guerrero hacia ella, tira una pulsera al agua y le pide a su enamorado que se la busque, al no salir del agua, ella se tira desesperada y nunca mas se los vio, pero en el lugar surgieron dos plantas con forma de platos y una bellísima flor.
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